A efectos de ponerlos en contexto: el pasado 22 de agosto, una menor de 16 años abordó un vehículo desde Pueblo Nuevo de Conta- Roma- Cañete, con dirección a su escuela en San Vicente.
La niña relata que abordó un vehículo estacionado en el parque de Roma; sin embargo, el chofer lejos de llevarla a su destino, la secuestró y dentro del mismo vehículo cometió los delitos más aberrantes para una niña, ultrajándola sexualmente para luego abandonarla por las arterias del Centro Poblado de Herbay Bajo.
Las investigaciones llevaron a identificar el automóvil involucrado, el cual figuraba a nombre de Christian Sotelo Zambrano y todas las sospechas recayeron sobre él; toda vez que fue reconocido por la víctima y pesa sobre su cabeza una orden de detención preliminar.
Sin embargo, la defensa legal de Christian Sotelo presentó pruebas oficiales solicitadas por la Fiscalía que lo ubican en la región Ica en las horas en que ocurrieron los delitos... además, se presentó voluntariamente ante la PNP... donde indicó que el vehículo ya lo había vendido... a un tercero... sin embargo esta venta no fue registrada en SUNARP... éste nuevo dueño, a su vez, lo habría vendido a Isidoro Zamudio Napán... con un documento de compra - venta...
Dichas evidencias refuerzan su presunción de inocencia.
En paralelo, el nuevo propietario del vehículo, mediante contrato privado de compra–venta, también fue considerado sospechoso en potencia ya que remarcó desde el inicio que él tuvo en su poder las últimas 24 horas el mencionado carro. Pero él también mostró evidencias que lo ubican en otros distritos de Cañete en las mismas horas señaladas por la víctima.
A todo esto hay que señalar que el nuevo dueño, habría estado alquilando su vehículo para hacer servicio de taxi... a dos personas diferentes... pero de quienes no se ha rebelado todavía su identidad...
Hoy nos enfrentamos a una gran contradicción: Dos sospechosos.
Dos versiones que se respaldan con documentos y evidencias oficiales... dos sujetos que todavía están sin confirmar... Una víctima que pide justicia.
Entonces, ¿quién realmente cometió estos delitos atroces contra la menor de 16 años?... ¿Bastarán las pruebas de ambos para demostrar su inocencia?
¿O estamos ante una investigación llena de vacíos que puede dejar impune un crimen que jamás debe quedar sin respuesta?